Partiendo de Cancún, las playas mexicanas ofrecen variados destinos turísticos hermosos como Playa del Carmen y Tulum, sólo por citar algunos de los más conocidos. Y también uno encuentra excursiones sorprendentes a cenotes o visitas a parques temáticos. Pero hay un paseo que muchos desconocen y, quizás por eso, es para mi una verdadera perla para disfrutar cuando visitamos la Riviera Maya: el gran velero Raiatea.
Ofrece paseos de jornada completa partiendo desde Puerto Aventuras, a pocos kilómetros al sur de Playa del Carmen, y visitando las playas y ruinas de Tulúm. Aquí llegamos a la mañana entusiasmados por abordar:
De origen francés, tiene el orgullo de ser -literalmente- el velero más grande del caribe. Era impresionante ver toda la gente que entrábamos tan cómodamente, siendo mayoría ese día de estadounidenses y europeos:
Todo con calma, se disfruta mejor:
Con el paseo están incluída una barra libre de cockteles caribeños que se disfrutan al ritmo de la música. La barra libre hizo estragos y de repente somos todos viejos amigos.
Hacia el mediodía, el almuerzo es buffet y también libre, con uno de los guacamoles más sabrosos que probé en mi vida!
Seguimos viaje disfrutando el mar de colores alucinantes y llegó la hora de ponerse los chalecos para nadar!
Para aquellos que no sepan nadar, debo decir que con estos salvavidas es IMPOSIBLE hundirse, flotás con una facilidad y seguridad absolutas, tranquilizan a cualquiera. También ofrecen patas de rana para nadar velozmente, así que no hace falta llevar nada. El agua era de un color verde esmeralda pero a su vez era tan cristalina que se podía ver el fondo muchísimos metros más abajo. Daba vértigo y emoción, la foto no llega a mostrarlo:
El paseo a nado es un punto muy fuerte de la excursión, pero lo mejor es que lo descubras ahí mismo, su recorrido es una sorpresa hermosa.
En un momento divisábamos las ruinas de Tulúm:
Allí bajamos para hacer un recorrido y también caminar por las playas de arena blanca y fresca:
Este es uno de los recuerdos más lindos que nos trajimos de México, cuando volví hace un par de años.
¿Cómo se contrata? ¿Hay que ir hasta Puerto Aventuras?
Es muy fácil, no hace falta ir hasta el puerto, aunque si querés podés hacerlo, como por ejemplo aquellos que tienen un auto alquilado. Pero si no, ellos ofrecen el servicio de transfer (USD 20 por persona, tanto adultos como niños de todas las edades) para pasar a buscarte por el hotel en el que te hospedes en cualquiera de los puntos turísticos de la región y te llevan hasta Puerto Aventuras a tiempo para el paseo, y al final del día te vuelven a llevar! Es muy buena idea contratar el transfer.
Para contratar el Tour en el Raiatea simplemente contactate con ellos a través de su Sitio Web de Bleu Magic Raiatea y coordinás el servicio que más se ajuste a tu viaje: tienen salidas varias veces por semana. Aunque si estás tentado podés reservar ya mismo online aquí!
¿Cuánto cuesta? ¿Es para todas las edades, es familiar?
Absolutamente sí! Es un paseo hermoso para hacer en familia. Los adultos pagan 110 dólares y los niños de 6 a 12 años pagan 70 dólares. Los menores de 6 años no pagan el tour.
¿Cómo es exactamente todo el recorrido?
Actualmente el cronograma exacto es así:
9:30 | Salida desde Puerto Aventuras en Catamarán RAIATEA |
9:30 – 12:00 | Navegación a vela bordeando la hermosa costa de la Riviera Maya |
12:00 | Llegada a Tulúm (anclamos frente a las ruinas) |
12:00 – 12:50 | Snorkel en el maravilloso arrecife coralino |
12:50 – 13:50 | Buffet a bordo del catamarán: Totopos, Guacamole, Ensalada de pasta, Ensalada de pollo con vegetales, Ceviche de pescado, Baguette de Jamon y queso y Frutas frescas de temporada. Cerveza Sol, Ron, Tequila, Vodka, cocteles mezclados, jugos, refrescos y agua. |
13:50 – 14:00 |
Transportación en lanchas hacia la Playa Zazil Kin |
14:00 -14.45 | Relax en Playa Zazil Kin |
14:45 – 16:45 | Viaje a las ruinas y visita guiada al sitio arqueológico |
17:00 | Regreso a los hoteles en camionetas |
También podés seguirlos en Facebook y leer los testimonios de la gente en su cuenta en Tripadvisor
Hace pocas semanas, la gente de Bleu Magic Raiatea nos invitó nuevamente y el afortunado en aprovechar la invitación fue mi querido amigo Alfredo que andaba justo por la Riviera Maya con su amada novia. Quedó tan entusiasmado que escribió un texto que compartió conmigo y aprovecho a compartir con ustedes, que completa este post con sus sensaciones:
Cuando pensé en el nombre del Raiatea, supuse que podia tratarse de un termino griego que designase alguna virtud, pero es es el nombre en tahitiano de una isla de la polinesia francesa. Tal vez su forma estilizada, tan elegante como virtuosa me inspiró ese pensamiento, como si se tratara de una libélula que vuela sobre el mar. En realidad, el Raiatea es el catamarán a vela mas grande del caribe en el que vivimos uno de los mejores días de estas vacaciones en la rivera maya. Todo comenzó a las 9.30 de la mañana, cuando llegamos al embarcadero de Puerto Aventura, cerca de playa del Carmen, bastante ansiosos con la idea de embarcarnos todo un dia para hacer esta excursión. La jornada se presentaba con mucho sol y poco viento, razón por la cual, nos explico Eric, nuestro guía belga de a bordo, haríamos el trayecto de 38 km desde allí hasta Tulum principalmente a motor, usando las velas solo como un complemento. En total eramos unos 22 pasajeros, de los 92 que puede llevar en total el barco entre los 38 pies que atesora desde proa a popa. El plan: navegar, hacer snorkel en el arrecife enfrente de las costas de Tulum, almorzar y finalmente desembarcar para visitar las ruinas de la ciudad maya.
Nuestro calzado fue a descansar a una cesta y abordardamos como quien entra en una casa japonesa. Algunos se acomodaron a la sombra bajo las toldillas de cubierta. Nosotros optamos por tendernos sobre la gran red elástica suspendida entre los dos pontones en la proa del catamarán, imaginando que todo el azul de ese mar acariciaba nuestra espalda mientras corria a menos de un metro mas abajo.
En la cubierta, delante de la gran rueda del timon, se abre el segundo comando del Raiatea, la barra, desde donde la tripulación muy amablemente nos convida con cerveza y tragos. Decido beber solo cerveza y probar los tragos después del snorkel, para preservar mi lucidez. Durante algo mas de una hora nos deslizamos sobre un mar tranquilo con la costa a la vista. Los diferentes grupos se mezclan en la charla, algunos beben y otros bailan, otros simplemtente descansan. Hay lugar para todos, hasta para los fumadores que tienen su lugar en la popa. Poco antes de llegar al arrecife, desplegamos la vela de proa, que engulle avida una brisa que no llega a ser viento.
En el horizonte ya divisamos Tulum, magnifica y misteriosa, como la vieron los conquistadores llegando desde el mar. Siempre con Tulum a la vista, nos detenemos en el arrecifes, a unos 3 km de la costa. Se reparten chalecos salvavidas, patas de ranas y los snorkels. Todo el equipo luce impecable, como nuevo. Podemos saltar o bajar por la escalerilla hacia al agua para seguir a los guias que nos llevan nadando hasta el arecifes. En ese trayecto me concentro en la contemplación del lecho marino, con sus peces de colores, erizos y la mas variada vegetación. Llego al arrecifes y descubro que puedo pararme sobre una roca y quedar con la cabeza fuera del agua, estando tan lejos que estoy de la costa!
Cuando regresamos al barco, el almuerzo esta listo, en una gran mesa que armaron en el centro de la cubierta. El menú es liviano, fresco y variado. Pude comprobar cuan bueno estaban el guacamole, la pasta y el ceviche, entre otros platos. Ahora si me permito degustar un par de tragos en la barra para digerir y relajarme (aun mas!), mientras nos preparamos a desembarcar. Abordamos unas lanchas y vemos con prematura nostalgia como nos alejamos de la elegante figura del Raiatea.
Ponemos pie en la playa, como lo hicieron los conquistadores. Alli descansamos media hora y nos preparamos para la ultima parte de nuestra excursión: visitar con nuestro guía, Eric, las ruinas de Tulum.
Nuestra excursión -me gusta utilizar este termino porque encierra la magia de esas jornadas en que salíamos con la escuela- terminó a las 17, cuando subimos al mini bus de Raul, nuestro gentilísimo chofer, que nos dejaria a cada uno en nuestro hotel.
Si tuviera que resumir la salida en el Raiatea, diría que ante todo es una experiencia completísima, por eso y por la calidad del servicio que es altamente recomendable.
En resumen, si vas a la Riviera Maya, tenés ahora para agendar un paseo de excelencia en un velero impresionante 100% VELA que, a los de clase media como yo, nos hace sentir como millonarios por un rato 🙂
Si te gustó este post, te invito a que me dejes un comentario ; )
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